Hay cosas que solemos tomar con tanta naturalidad que ni las consultamos con el cardiólogo, pero que pueden ser mas importantes de lo que pensamos.
Dependiendo de vuestro estado y de la medicación que tomeis, Los siguientes grupos de productos, no es una lista exahustiva, pueden ser perjudiciales e incluso pueden estar totalmente contraindicados en vuestro estado:
Antigripales y descongestivos nasales:
Pueden llevar substancias vasoconstrictoras que pueden reducir la efectividad de la medicación que estáis tomando y disminuir la aportación de sangre al músculo cardí;aco.
Antiinflamatorios no esteroideos:
Como el ibuprofeno, naxofreno y otros, pueden aumentar la tensión arterial.
Complejos vitamí;nicos:
Hay que verificar si incluyen Vitamina K, que favorece la coagulación de la sangre y actúa de modo contrario a los antiagregantes o anticoagulantes que esteis tomando.
Plantas medicinales:
Muchas de ellas tienen efecto sobre la tensión arterial, el corazón y el sistema vascular. En particular hay que tener cuidado con los preparados a base de mezcla de múltiples plantas que pueden estar indicadas para una cierta dolencia pero alguna de las plantas que incluye puede afectar a nuestra situación sin que las instrucciones de uso así; lo indiquen.
Pomelo o su zumo:
Interacciona con ciertos medicamentos antihipertensivos.
Antiácidos para el estómago:
Como el bicarbonato, las sales de Eno u otras tabletas antiácidas, pueden dismiuir la eficacia de la medicación