- Alterar la posición de electrodos y dispositivos.
- Alterar la programación de los dispositivos e incluso producirse descargas en el caso de los DAI.
- Calentar los dispositivos.
Aunque ya existen en el mercado sistemas diseñados para permitir la utilización de resonancia, dado que para ello se necesita que tanto el dispositivo como los electrodos sean nuevos, pasaran aun bastante tiempo antes de que sean una proporción significativa.
Aunque aun desconocido por numerosos médicos la realidad es que en el año 2011 la revista Annals of Internal Medicine publicó el resultado de un ensayo Clínico realizado en USA e Israel, llevado a cabo durante 7 años (comenzó en 2003) con 438 pacientes (237 con marcapasos y 201 con desfibriladores) a los que se le realizaron 555 resonancias magnéticas. De ellas el 40% fueron resonancias cerebrales, el 22% de columna vertebral y el 16% de corazón.
La mayoría de los pacientes no tuvieron problemas.
- Los scanneres tenian una potencia de 1,5 Tesla (hoy ya los hay con hasta 3T)
- Los implantes tenian al menos 6 semanas de antiguedad
- Los marcapasos fueron programados en modo asincrono activando continuamente el corazón.
- Los desfibriladores fueron programados para NO detectar los ritmos rápidos a fin de evitar un posible error y producir descargas.
- Los parámetros cardiacos fueron monitorizados durante la resonancia.
Con todo ello no se puede decir que no exista riesgo al realizar la resonancia pero si que son menores de lo esperado por lo que los pacientes que necesiten una resonancia deberán ser evaluados individualmente para decidir sobre su realización.