Actualmente, el riesgo de que los pacientes con insuficiencia cardíaca sufran una muerte súbita se evalúa fundamentalmente en base a su fracción de eyección (FE) y de acuerdo con ella se les prescribe la conveniencia de un desfibrilador implantable (DAI).
La experiencia demuestra que un alto porcentaje de dichos desfibriladores nunca llegan a actuar. Por ello es importante identificar aquellos pacientes que a pesar de tener una baja FE no necesitan DAI.
En un articulo publicado en Marzo de 2015 en la revista American Journal of Cardiology (Ref. 1), y realizado sobre 81 pacientes con FE menor del 35% se describe un estudio en el que utilizando imágenes obtenidas con PET y MIGB (Meta-iodobenzylguanidine) como contraste ha permitido realizar una clasificacion de los pacientes en 3 grupos de riesgo (bajo, medio o alto) en base a la relación de la cantidad de contraste hallada en el corazón y en el resto de la cavidad torácica (mediastino) y a su velocidad de eliminación.
La MIGB se fija fundamentalmente a las terminaciones neuronales activas indicando el daño nervioso sufrido por el miocardio (Ref. 2).
La importancia del estudio radica en el hecho de que, a pesar de tener una baja FE, ninguno de los pacientes en el grupo de bajo riesgo sufrió arritmias que pudieran inducir una muerte súbita y por ello no necesitarían DAI.
Esto posibilita una mejor selección de los candidatos a recibir un DAI.