El colesterol es un esterol (lípido) que se encuentra en los tejidos corporales y en el plasma sanguíneo de los vertebrados.
Se presenta en altas concentraciones en el hígado, médula espinal, páncreas y cerebro. Pese a tener consecuencias perjudiciales en altas concentraciones, es esencial para crear la membrana plasmática que regula la entrada y salida de sustancias que atraviesan la célula.
Se identificó por primera vez en los cálculos de la vesícula biliar por Michel Eugène Chevreul quien le dio el nombre de «colesterina», término que solamente se conservó en el alemán (Cholesterin). Abundan en las grasas de origen animal.
En el organismo humano, las fuentes de colesterol son la alimentación y la biosíntesis.
La biosíntesis del colesterol tiene lugar en el endoplasma de virtualmente todas las células de los animales vertebrados, principalmente en el hígado. Se sabe que todos los átomos de carbono del colesterol proceden, en última instancia, del acetato, en forma de acetil coenzima A.
El ser humano no puede metabolizar la estructura del colesterol hasta CO2 y H2O. El núcleo intacto de esterol se elimina del cuerpo convirtiéndose en ácidos y sales biliares las cuales son secretadas en la bilis hacia el intestino para desecharse por heces fecales
El colesterol es insoluble en el agua, por lo que para moverse en el flujo sanguíneo se utilizan lipoproteinas.